martes, 19 de julio de 2011

SALIDA DE EMERGENCIA de Mauricio R. Pacheco

by Monica Gameros


Presentación:

Del infierno de Dante, de la mano de Beatriz, sujetado de sus ojos, Mauricio dejó a tras la melancolía que le provocaba la pérdida de sus viejos amores y se pasea por el filo de un espejo roto que ni miente, que no se limita, que le escupe a la cara todas las verdades y se ríe de sus mentiras.

Si es difícil abstraerse de las sensuales nalgas de una adolescente, tomar al toro por los cuernos y darse cuenta de que ese toro de lidia es uno mismo y que además nos domina una hueva infinita y preferimos burlarnos del torero, resulta mucho más divertido, aunque en el acto nos desangramos y a veces preferiríamos vivir lejos de todos y de todo, solos en una huevo, un cascaron, una media naranja rodeada de lenguas ácidas, de manglares y de cocodrilos.

Agrestes, solitarios, ermitaños, así somos los adictos de la contemplación y de vez en cuando, muy de vez en cuando, nos asomamos al mundo para tomarnos una chela, fumarnos un porro, gozar con el sexo fortuito de un extraño, en una extraña plaza, en un motel de paso. Lo malo es que después de la euforia del primer momento, nos domina la desazón de todo y el tedio, ese maldito tedio que nos provoca la estupida y absurda existencia, entonces… recurrimos a una pluma, un papel, una computadora y vomitamos como adolescentes anoréxicas todo el asco que la vida nos provoca. Lo bueno es que todo ese hartazgo se queda atrapado, al menos por un tiempo, entre las hojas de un libro.

Bajarnos del barco, saltar del avión, brincar al abismo, la salida de emergencia siempre está cerrada con candados y barreras de metal, salirnos, escaparnos, huir no es fácil, nos sujetan ustedes, los que nos quieren, los que nos extrañarían, al menos por un tiempo, y no nos dejan salir de esta vida hueca.

Quién pensaría que el odio y el tedio pueden ser atrapados en las páginas de un libro, quién diría que esos libros pueden desfilar con el pasar de los años, uno tras de otro, firmes sin reparo, a pesar del desierto de los ojos que no leen, a pesar de la cascada de indiferencia, a pesar de los amores perdidos. Como sea, Mauricio ha demostrado que escribir no es un hobbie, que no es sólo una maldición o un refugio catártico. Mauricio ha demostrado que escribe a pesar del mundo entero.

Su primer libro TARAREOS DE ABANDONO me pareció un asalto eufórico, un don para perder de vista al amor, pero este libro me hace pensar que hay un poeta más al que no se le puede evadir, porque sus palabras pesan, porque sus sentencias no son fáciles de olvidar, porque la verdad no incomoda pero duele y duele más cuando en silencio te reconoces en las páginas de este libro sin que, cómo él, logres encontrar la salida de emergencia.

Si me preguntas porqué comprar este libro te diría: porque ni Televisa ni Tv Azteca han podido sacar de ti esa bestia rabiosa que inevitablemente salta cada vez que en silencio te observas frente al espejo.


Mónica Gameros
Febrero 2011

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